AEROPAJITAS: Archivos de prensa del 98'




Los Aeropajitas… ¡Bien pajita! 
Afilado concierto de grupo Pankeke en el “Porotos”. 

Una intensa noche en un nuevo hueco de Breña. El restauran “Porotos” abandonó el silencioso “Seco con cabrito”, que sirve durante el día, para dar lugar a la bulla. Una bulla con espíritu panki que arrancó con la fuerza de un grupo de chibolos de La Victoria, no mayores de veinte años. Los Magras: “Porque estamos enfermos... porque hay mucho ruido en esta sociedad.”

Un grupo con un punche virginal, incólume ante las barreras que suelen atormentar el camino de las bandas que se alejan del rollo comercial. Empuñando una pandereta y golpeando unos gemelos, Los Magras combinaron ritmos pankekes con bastante de reggae y ska, que pese a todo su ímpetu, traslucía su incipiente recorrido concertil.

Recién sobre aquel amplio local que ya frisaba la una de la madrugada, se intensificaban los decibeles. Entonces entraba ese grupo que siempre se hace extrañar: Los Aeropajitas. Ellos, plato fuerte de la noche que le gritaba a unos cien patas dispersos sobre las mesas del lugar: “Se pasa el tiempo y estoy violento” mientras las paredes forradas de bambú que contrastaban con su aire a peña tropical, querían reventar.
Se trataba de una tocada entre amigo, donde casi todos se conocían y los Pajitas dejaban el bobo con confianza ante la misma gente de siempre, que toda la noche contuvo el pogo.

Luego escucharíamos traspasar con la claridad, la pared de ruido levantada por una histérica batería, las letras: “Se pasa el tiempo y estoy violento… Los buitres están acechando la ciudad…”. Y entre canción y canción, la chanza de los patas: “Oye a qué hora empiezan a cantar”.

Y, nuevamente, con un panki españolón arrojado con conicación desde el estomago, el cantante, Jorge Silva, movía las caderas con candenciosa sensualidad: “Estoy que me pierdo y no encuentro la razón, vomitando amor… es una estafa… es una estafa… Llegaste a la cabeza no hay dolor”.

Para entonces, varios concurrentes ya se habían transformando en una mancha borrosa que irrumpía en el espacio de los Pajitas, tumbándose los micros y confundiéndose entre sí: “En su ley no queda ni Dios… Odio a la bandera que nos condena a esta miseria”:

En resumen después de tanto bla, bla, bla, ¿Qué es lo más contundente que se puede decir en una tocada siempre tan intensa como inefable? De hecho, lo que todos responden cuando le preguntan a la volada ¿Qué tal el concierto?: Estuvo bien pajita.

Alejandra Lora
Fuente: El Comercio 98'


Anarquía urbana sin límites 
"LOS AEROPAJITAS" CON SEGUNDO CASETE EN LIMA

Entre la buena onda con el estilo punk rock, vital y rockeril, y esas letras desenfrenadas, intimistas, anárquicas, lo muchachos de "Los Aeropajitas", editan su segundo casete, "Kria Kuervos", que circula por la gótica Lima informalmente y con grandes expectativas.

Con varios años en la movida independiente, Julio (voz y guitarra), Pedro (guitarra), Javier (bajo), Rodo (Teclado) y Raúl (batería), luego del éxito del casete "Porka Vida" (Huasipungo Records, 1997), se animaron, luego de un año de arduo trajinar entre crisis financieras y tocadas de combate, a editar este sonoro material que los devuelve al circulo alternativo musical.

A comparación del caset "Porka Vida", donde se zambulleron entre el punk rítmico y el moderno rock, entre las letras abstractas y sociales, "Los Aeropajitas" en esta segunda cinta evolucionan musicalmente hablando. Es decir, incursionan en sonidos como el reggae, el hardcore y la experimentación sónica, pero sin desligarse del punk visceral que le da un toque radical a la bulla bien ensamblada.

Sus integrantes, democráticamente, aportan ruidos viscerales a sus respeticos instrumentos y con ello ejecutan armoniosamente un vorágine de acordes, estribillos y golpes.

Por eso al escuchar este demo "Kria Kuervos", se nota un perfecto encuadre que desata un contundente efecto que cae abruptamente en la frecuencia cósmica del variopinto escucha. En el siglo de la electrónica y la tecnológica digital, atmosferas punkeras y escenas under, alzan banderas del punche y el mensaje critico. En su ley.
Por otro lado en cuanto a las letras, los buenos Aeropajaitas presentan quince canciones que ellos mismos en una conversa al caer la tarde en un rincón de Lima, comentaron que se tratan de vivencias intimas, de hazañas callejeras. No obstante, en realidad reflejan sentimientos encontrados sobre nuestra coyuntura y a pesar del punk -entre diversión y queja social-, las letras tienen alaridos políticos, de protesta y rabia.

Por ejemplo "Exterminio", se refiere a las épocas violentas del estado de emergencia, "Resistencia", a los delirios de libertad de consumismo pobre y artero del Tercer Mundo, y "Revuelta", al miedo, al autoritarismo militar disfrazado de instituciones gubernamentales. Así mismo, la ironía y lo popular también tienen lo suyo. "Yo era virgen" y el enamoramiento precoz, clasista y filosóficamente masculino, "Grito de muerte" y las ondas anarcas tipo "Sex Pistols", y "Soledad", como parte de uno mismo y entretanto como siempre.

En ese sentido, las canciones conllevan frenéticos y lujuriosos moldes tradicionales del punk clasico ingles - más de cuatro canciones duran solo algunos segundos-, sin embargo, abren horizontes y prueban otros sonidos que rescatan, que aunque parezca paradójico, una autenticidad en una ciudad que traiciona a sus propios cuervos a la hora de alzar vuelo.

Por ultimo, anuncian que participaran en un compilatorio de rock independiente que sale el 11 de febrero. La fiesta concierto hasta el momento se pronostica en el Barlovento, en Barranco. Aquí "Los Aeropajitas" subirán al escenario al lado de "Carreño", "Manganzoides" y "Metadona", entre otras bestias. Las proximas dos son misas.

Mario Vallejo
Fuente: La Republica 98'